Villa Fátima y el Centro, las zonas de La Paz donde la calidad del aire empeora

Karem Mendoza G

Los mayores contaminantes en la urbe paceña son el parque automotor en un 80% y el humo de los chaqueos proveniente de otros municipios, especialmente del norte. En la época seca, de mayo a octubre, baja la calidad del aire por la falta de lluvias. En La Paz, la contaminación se concentra en la zona Central y en Villa Fátima.

Edición 132. Lunes 8 de julio de 2024.

En un minuto en la plaza céntrica del Obelisco, al menos cinco vehículos – la mayoría de alto tonelaje – expulsan por su tubo de escape grandes cantidades de gases de combustión. A unos metros del lugar, doña Inés Marín de 64 años, comerciante de artesanías con su puesto improvisado en el suelo cuenta cómo la contaminación del aire en el centro del municipio de La Paz le provoca ardor en los ojos por las horas diarias a las que está expuesta a los gases de los motorizados.

“El ambiente está muy contaminado por los vehículos y los chaqueos que entran. En la tarde, empezamos a toser y nos arden hasta los ojos”, dice la gremialista que también se ha vuelto una fumadora pasiva debido al humo del cigarrillo que consumen decenas de trabajadores que salen de sus oficinas al mediodía.

La comerciante Inés Marín en la zona Central. Foto: Karem Mendoza.

La calidad del aire en la ciudad de La Paz se caracteriza por ser buena la mayoría del año, afirmó la jefa de la Unidad de Servicios Ambientales de la Alcaldía de La Paz, Gabriela Rivera. Sin embargo, aclaró que en las zonas de Villa Fátima y el Centro la concentración atmosférica “empeora”. “En Villa Fátima lo atribuimos al flujo de autos y a los chaqueos que vienen del norte de La Paz y en el caso del Centro, al parque automotor”, explicó la fuente edil.

De acuerdo a los datos de los puntos de medición del Índice de Calidad del Aire (ICA) que difunde el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz (GAMLP),  entre el pasado 28 de mayo y el 26 de junio, en Achachicala, Chasquipampa y Pura Pura el aire fue bueno (0 – 50) la mayor parte del mes y regular (51 – 100) al menos tres días. Mientras en Obrajes, la calidad del aire fue buena y se registró un índice malo (101 – 150) durante la noche de San Juan. En el caso del Centro, debido al mantenimiento del servicio de monitoreo y la toma de muestra con tecnología pasiva, el dato más reciente data del 18 de junio cuando el secretario Municipal de Gestión Ambiental, Juan Pablo Saavedra, informó que la calidad del aire varió de “regular a mala”.

Fuente: Ministerio de Medio Ambiente y Agua

Por su lado, el Laboratorio de Física de la Atmósfera (LFA) de la Universidad Mayor de San Andrés reportó durante el 23 de junio la aparición de capas de humo desde las 18:20 hasta las 22:40 . “Mientras más rojo hay en la imagen, más aerosoles (humo) tenemos en la atmósfera. La diferencia entre las imágenes nos muestra cuán esféricas son las partículas que están flotando”, señala el reporte.

Fuente: Laboratorio de Física de la Atmósfera.

Actualmente la Red de Monitoreo de la Calidad del Aire de la ciudad de La Paz (Red MoniCA LP) está conformada por 16 estaciones de monitoreo que están distribuidas en zonas estratégicas del área urbana del municipio, a través de las cuales se miden las concentraciones de: óxidos de nitrógeno (NOX), ozono troposférico (O3), monóxido de carbono (CO), material particulado en suspensión con diámetros aerodinámicos menores o iguales a 10 micrómetros (PM10) y material particulado en suspensión con diámetros aerodinámicos menores o iguales a 2.5 micrómetros (PM2.5).

Fuente: Red MoniCA LP.

Estas son las estaciones que administra la Red MoniCA. Actualmente la estación “estrella” del garaje municipal está en mantenimiento. Sin embargo, en la gráfica de 2022, se puede observar los tipos de contaminantes detectados debido a la gran cantidad de vehículos que circulan en la zona.

Fuente: Red MoniCA LP 2022.

En la zona de Villa Fátima, el panorama es similar a la zona Central debido a la gran concentración de motorizados por la cercanía con la Terminal Minasa y los mercados populares que rodean el lugar. Doña Lidia, juguera, cuenta que el humo de los buses que llegan con productos genera grandes masas de humo que suelen afectar a sus clientes y también a ella que abre su puesto todos los días.

El parque automotor, el mayor contaminador

“El parque automotor general el 80% de la contaminación del aire en La Paz”, informó la jefa de la Unidad de Servicios Ambientales del GAMLP, Gabriela Rivera. Según el informe anual de la Calidad del Aire en La Paz, las concentraciones de monóxido de carbono responden al movimiento del parque vehicular en horas pico como las 08:00, 12:00 y 19:00, y disminuyen los fines de semana y días de paro vehicular.

Asimismo, desde 2011 en la Cumbre Social por un Mejor Transporte, ya se advertía que el 80% del parque automotor contaminaba el aire de la urbe paceña y de otras ciudades. Los expertos señalaron además que los vehículos de 18 años se convertían en los más contaminadores. Freddy Koch, representante de la Cooperación Suiza con su programa Aire Limpio, señaló en ese entonces que el crecimiento del parque vehicular estaba supeditado a la incorporación de vehículos usados con más de ocho años de antigüedad, otros de 13, 18, 23, 28, 33, 48 y 53 años. “Tenemos un parque vehicular bastante viejo”, alertaba.

Transeúntes afectados por el humo que emana el escape de un bus. Foto: Karem Mendoza.

Según un informe reciente del Instituto Nacional de Estadística (INE), hasta 2023 en Bolivia se registraron 2.470.622 vehículos. Del total, al menos más de 1,1 millones de motorizados fueron fabricados entre 1969 y 2010, es decir, que tienen desde 14 años hasta 55 años de antigüedad.

El parque automotor hasta 2018, de acuerdo a datos del GAMLP, estaba conformado por 290 mil unidades, de las cuales el 42,48% eran modelos relativamente nuevos, por tanto, el 57% de los coches eran obsoletos. En la urbe paceña, hay 540 líneas de servicios de transporte público, de las cuales 221 eran metropolitanas y 329 urbanas. De éstas, el 45,5% tiene como ruta para circular el centro de la ciudad.

Esta información revela que ​​el excesivo parque automotor y la falta de mantenimiento de los vehículos son al menos dos de los factores que influyen en la contaminación del aire en La Paz. Asimismo, el Centro de Revisión Técnica Vehicular (CRTV) reporta que la mayoría de los vehículos viejos y nuevos circulan sin catalizador – elemento dentro del vehículo que impide que ciertos gases producidos durante la quema de combustible sean expulsados al ambiente– debido a que le quitaría fuerza al motorizado que fue adaptado al nivel del mar.

“El mayor momento de contaminación se produce cuando hay marchas y bloqueos en el centro paceño, los que provocan que los vehículos mantengan sus motores encendidos y sin movimiento, y al arrancar, para avanzar dos metros, la combustión es mayor y en consecuencia contaminan el aire”, señala una nota de prensa de la Agencia Municipal de Noticias. Los productos de las emisiones vehiculares que son depositados en la atmósfera en mayor cantidad son: óxidos nitrosos, monóxido de carbono (CO), dióxido de carbono (CO2), compuestos de plomo y pequeñas cantidades de dióxido de azufre, sulfuro de hidrógeno y amianto. La exposición a estos compuestos puede provocar enfermedades respiratorias y pulmonares.

Vehículo expulsa monóxido de carbono en el centro paceño. Foto: Karem Mendoza.

El CO penetra en el organismo a través de los pulmones, y puede provocar una disminución de la capacidad de transporte de oxígeno de la sangre, daños en el sistema nervioso, dolor de cabeza, mareos y fatiga; estos efectos pueden producirse tanto sobre el ser humano como sobre la fauna silvestre. También tiene consecuencias sobre el clima, ya que contribuye a la formación de gases de efecto invernadero: su vida media en la atmósfera es de unos tres meses, lo que permite su lenta oxidación para formar CO2, proceso durante el cual también se genera O3.

Según el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, el parque automotor es responsable del 70% de la contaminación nacional. Las industrias, los incendios forestales y la quema indiscriminada profundizan la problemática. En las zonas rurales, en cambio, la polución se produce por el uso de leña y carbón para cocinar.

Chaqueos en época seca

La atmósfera no tiene fronteras y tampoco respeta jurisdicciones. Es así que durante la época seca -que este año se inició en mayo, pero que tiene mayor incidencia entre agosto y octubre- se espera que el humo por los incendios en el norte de La Paz llegue al municipio como ocurrió la anterior gestión cuando se reportó un rango “dañino” de la calidad del aire para la salud.

Hasta el 28 de junio, se registraron 4.076 focos de calor y del total 33 están en el departamento de La Paz como señala el Sistema de Monitoreo y Alerta Temprana de Riesgos de Incendios Forestales (SATRIFO). Los focos de calor cercanos al municipio paceño están ubicados en Viacha y la mayoría en el norte del departamento como Caranavi, Irupana, Tipuani, Mapiri y Apolo.

Focos de calor registrados cerca al departamento de La Paz. Fuente: Ministerio de Defensa.

Desde el Ministerio de Salud, advierten que los incendios forestales generan combustión de biomasa, peligrosamente se produce material tóxico y gases como el dióxido y monóxido de carbono; y en menor proporción dióxidos de nitrógeno, azufre y ozono.

La salud de la población que está expuesta a la inhalación de estos gases corre riesgos. Si la polución llega a las vías respiratorias, los alvéolos pulmonares o al torrente puede generar incluso problemas cardiovasculares. También los datos del Observatorio Mundial de la Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertan que puede aumentar potencialmente la mortalidad en poblaciones vulnerables, como ancianos, niños y portadores de enfermedades cardiovasculares o respiratorias crónicas como ocurrió en 2019 cuando ocurrieron al menos 380.000 muertes prematuras atribuibles a la contaminación del aire en las Américas.

Combate al fuego en áreas protegidas. Foto: Ministerio de Defensa.

El médico Eduardo Quiroga señala que, por la mala calidad del aire a causa de los chaqueos en el país y en especial en el departamento de La Paz, la población está expuesta a inhalar monóxido de carbono que genera infecciones respiratorias como sinusitis o bronquitis y las personas alérgicas pueden tener mayor influencia a contraer asma y rinitis alérgica. Además, aclaró que la contaminación del aire puede provocar conjuntivitis.

“La contaminación en el aire afecta más a los adultos mayores y los niños porque el sistema inmune no es tan competitivo. Además las personas con alguna enfermedad serán las más afectadas”, indicó.

En caso de replicarse los niveles de contaminación del aire del pasado año, Quiroga recomienda el uso de barbijo y evitar salir a espacios abiertos.

Árboles contra la polución

La jefa de la Unidad de Servicios Ambientales de la Alcaldía de La Paz, Gabriela Rivera, explicó que una forma de mitigar la contaminación atmosférica en el Centro y Villa Fátima es la plantación de árboles. Admitió que esa es una “deficiencia” del municipio, aunque destacó que el área protegida de Pura Pura y la vegetación del Parque Urbano Central influyen positivamente a reducir los efectos de la polución del aire.

Según un reportaje reciente de La Brava, en 10 años la urbe paceña perdió el 25% de la mancha boscosa. Los macrodistritos Max Paredes, Periférica y San Antonio son los más afectados por la pérdida de árboles, aunque todos sufren por el avance, muchas veces descontrolado, de la urbanización. El porcentaje desaparecido equivale, según la Alcaldía de La Paz, a 3.460 hectáreas comparables con 4.761 estadios de fútbol.

El biólogo Álvaro Garitano, en su libro Desarrollo Urbano Sostenible, una visión desde la Biología, afirma  que la ciudad de La Paz tiene apenas un 15% del mínimo de superficie de áreas verdes que debería poseer para satisfacer las necesidades de esparcimiento y salud de sus habitantes.

“Las pocas áreas verdes son pequeñas, con alta proporción de superficie impermeable, con predominio de especies introducidas, y no están distribuidas homogéneamente en la urbe. Por esto ofrecen escasos servicios ecosistémicos, pocas opciones para el deporte al aire libre, y la mayoría de los ciudadanos no tiene acceso a ellas”, dice en su capítulo Escasa Cantidad de Áreas Verdes Públicas Funcionales.

Estos datos revelan la importancia de la flora, especialmente nativa, y la protección de las 25 áreas protegidas del municipio como una forma de mitigar la contaminación del aire que va en aumento por la urbanización y el incremento del parque automotor y para el cuidado de la salud de la ciudadanía y de la biodiversidad que habita la urbe.

Vehículo expulsa monóxido de carbono en la urde paceña. Foto: Karem Mendoza.

Por su lado, el doctor Quiroga señala que las acciones legales y políticas municipales deben ir acompañadas de planes de educación para evitar las quemas y la polución del aire desde el hogar. En ese sentido, se recomienda usar aerosoles que sean respetuosos con el medio ambiente y no generen gases invernadero o el cuidado de las zonas verdes de las ciudades: muchas o pocas, funcionan como el pulmón de oxígeno de los núcleos urbanos.

Doña Inés, desde su puesto de venta, enfatiza que la educación es vital para contrarrestar la contaminación del ambiente. “El humo del auto y del cigarrillo es lo que más inhalamos, pero en el caso de los fumadores a veces dejan encendidas las colillas en el piso y somos nosotras las que apagamos”, reclama como un llamado de atención para repensar cómo afectamos al ambiente y la salud de otros con acciones cotidianas que si se cambian pueden hacer una diferencia.


Edición: Liliana Carrillo.

Foto portada: AMUN

Fotografías: Karem Mendoza G.


Karem Mendoza ha trabajado en medios impresos y digitales como El Deber, Erbol, Bolivia y ANF. Su trayectoria, que comenzó en el área de política, evolucionó hacia la cobertura de derechos humanos y temas sociales, impulsada por su formación en Pensamiento Feminista y Escritura de No Ficción.
Karem Mendoza ha trabajado en medios impresos y digitales como El Deber, Erbol, Bolivia y ANF. Su trayectoria, que comenzó en el área de política, evolucionó hacia la cobertura de derechos humanos y temas sociales, impulsada por su formación en Pensamiento Feminista y Escritura de No Ficción.